Jean Moulin - Escultura
Concurso organizado por la asociación Jean Moulin para una escultura representando a Jean Moulin en las plazas públicas de las ciudades de BEZIERS (su lugar de nacimiento) y CALUIRE (lugar en el que Jean Moulin fué apresado, y después torturado a muerte.)
Efectivamente, las personalidades destacables despiertan mi mayor interés y son la base de las cualidades humanas, tema de mis esculturas.
Desde mi infancia, estuve inmerso en la atmósfera de la nobleza y de la abnegación que, más allá del patriotismo, sacrifica al individuo en pro de la comunidad en un profundo respeto del Ser Humano. Así es que percibo a Jean Moulin, existiendo por él mismo con sus convicciones, irradiando entre y a través de las nubes, como el sol, cuya existencia y luminosidad atraviesan los siglos, igual a el mismo.
Mi padre, militar de carrera en 1939 combatió en Varenne sur Marne, decorado de la cruz de guerra con palmas, y fué preso durante 5 años en Alemania. Se unió al éjercito de Patton en su marcha hacia Berlín y entró en 1946 a la EMIA de St Cyr Coëtquidan (escuela de oficiales). Conoció a mi madre y después reintegró la vida civil para encargarse de su familia creando una fabrica de juguetes de madera en Guer Coëtquidan.
Mi madre nació en Guer de un padre, herido en la batalla de Verdun, habiéndose casado con su linda enfermera. Tuvo un empleo, reservado por el Estado, de cartero en Guer Coëtquidan. Creó después una empresa de fabricación de baúles y valijas suministrando a los militares de Coëtquidan y después a Francia entera.
Mis padres, de 85 y 80 años, viven en Guer. Tienen gran vigor y están muy emocionados por su proyecto y mi eventual implicación.
Vivo en St Marcel, lugar que fué foco de resistencia, donde pude recoger numerosos testimonios vivos de verdaderos veteranos de guerra resistentes y saber de esa forma lo que realmente sucedió.
Por supuesto, no conocí a Jean Moulin pero conocí la vibración de nobleza y de dignidad que supo dar a luz en el marco de la Resistencia Francesa. Esa vibración no muere ya que es inmaterial.
La dignidad es un tesoro disponible para cada uno, cualquiera que sea su condición social, material o de salud.
Solo los seres nobles de conducta digna pueden ser el modelo al que cada uno puede identificarse para volverse un Ser Humano. Es ese modelo que quisiera esculpir.
Mi oficio de kinesitérapeuta me ha hecho esculpir desde hace más de 25 años el cuerpo humano vivo. Después he comenzado a esculpir en la materia para inmortalizar lo que pude registrar de las expresiones y de las emociones de lo vivo.
Me comprometo en respetar los plazos requeridos en el pliego de condiciones para la realización de la escultura.
Jean Paul Floch, Abril 2003.
Retorno
Aquí está mi carta de presentación al jurado del concurso:
El sujeto y el tema de su proyecto me interesa particularmente y se integran perfectamente a mi vida.Efectivamente, las personalidades destacables despiertan mi mayor interés y son la base de las cualidades humanas, tema de mis esculturas.
Desde mi infancia, estuve inmerso en la atmósfera de la nobleza y de la abnegación que, más allá del patriotismo, sacrifica al individuo en pro de la comunidad en un profundo respeto del Ser Humano. Así es que percibo a Jean Moulin, existiendo por él mismo con sus convicciones, irradiando entre y a través de las nubes, como el sol, cuya existencia y luminosidad atraviesan los siglos, igual a el mismo.
Mi padre, militar de carrera en 1939 combatió en Varenne sur Marne, decorado de la cruz de guerra con palmas, y fué preso durante 5 años en Alemania. Se unió al éjercito de Patton en su marcha hacia Berlín y entró en 1946 a la EMIA de St Cyr Coëtquidan (escuela de oficiales). Conoció a mi madre y después reintegró la vida civil para encargarse de su familia creando una fabrica de juguetes de madera en Guer Coëtquidan.
Mi madre nació en Guer de un padre, herido en la batalla de Verdun, habiéndose casado con su linda enfermera. Tuvo un empleo, reservado por el Estado, de cartero en Guer Coëtquidan. Creó después una empresa de fabricación de baúles y valijas suministrando a los militares de Coëtquidan y después a Francia entera.
Mis padres, de 85 y 80 años, viven en Guer. Tienen gran vigor y están muy emocionados por su proyecto y mi eventual implicación.
Vivo en St Marcel, lugar que fué foco de resistencia, donde pude recoger numerosos testimonios vivos de verdaderos veteranos de guerra resistentes y saber de esa forma lo que realmente sucedió.
Por supuesto, no conocí a Jean Moulin pero conocí la vibración de nobleza y de dignidad que supo dar a luz en el marco de la Resistencia Francesa. Esa vibración no muere ya que es inmaterial.
La dignidad es un tesoro disponible para cada uno, cualquiera que sea su condición social, material o de salud.
Solo los seres nobles de conducta digna pueden ser el modelo al que cada uno puede identificarse para volverse un Ser Humano. Es ese modelo que quisiera esculpir.
Mi oficio de kinesitérapeuta me ha hecho esculpir desde hace más de 25 años el cuerpo humano vivo. Después he comenzado a esculpir en la materia para inmortalizar lo que pude registrar de las expresiones y de las emociones de lo vivo.
Me comprometo en respetar los plazos requeridos en el pliego de condiciones para la realización de la escultura.
Jean Paul Floch, Abril 2003.