Leonardo Da Vinci y Mona Lisa en la Gioconda…Union Etérea.
Mona Lisa y Leonardo Da Vinci se reconocieron mutuamente en la pureza de sus miradas en el transcurso de las largas horas de pose del modelo cerca de su pintor. ¿ Pero como hizo para traducir su unión etérea tán solo con la pintura ?
Mona Lisa, joven madre de unos treinta años menor que Leonardo Da Vinci, descubre una forma de amor sin ego, mas allá de la polaridad sexual. El amor que solo piensa en ofrecer : el de una madre por su niño. Quizás reconozca entonces en la mirada penetrante del pintor el respeto y la profundidad de un amor que viene de otro lugar : un amor cuya joven madurez es aún fragilizada por la busqueda de equilibrio entre lo místico y lo humano, un amor mas allá de la noción del tiempo.
Leonardo Da Vinci consiguió crear esta unión etérea fusionando sus dos miradas en un solo retrato. La mirada de la Gioconda parece salir del cuadro para penetrar el fondo del corazón de cada uno, ocultando así nuestro ego que está, él, al servicio de los sentidos.
La sonrisa irradía la experiencia de un conocimiento interior, más allá de las reglas y de las leyes de este mundo físico.
¿ Habrá sido realmente humana esta unión etérea ? ¿ o resultará de un reflejo del encuentro entre dos almas liberadas ?
=> => Fusión de miradas de Leonardo Da Vinci y de Mona Lisa….
Retorno
Mona Lisa, joven madre de unos treinta años menor que Leonardo Da Vinci, descubre una forma de amor sin ego, mas allá de la polaridad sexual. El amor que solo piensa en ofrecer : el de una madre por su niño. Quizás reconozca entonces en la mirada penetrante del pintor el respeto y la profundidad de un amor que viene de otro lugar : un amor cuya joven madurez es aún fragilizada por la busqueda de equilibrio entre lo místico y lo humano, un amor mas allá de la noción del tiempo.
Leonardo Da Vinci consiguió crear esta unión etérea fusionando sus dos miradas en un solo retrato. La mirada de la Gioconda parece salir del cuadro para penetrar el fondo del corazón de cada uno, ocultando así nuestro ego que está, él, al servicio de los sentidos.
La sonrisa irradía la experiencia de un conocimiento interior, más allá de las reglas y de las leyes de este mundo físico.
¿ Habrá sido realmente humana esta unión etérea ? ¿ o resultará de un reflejo del encuentro entre dos almas liberadas ?
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